Foto de Ángel Muñoz

sábado, 23 de mayo de 2009

Apuntes de Zadar


Una niña tristísima se deja bañar por el Adriático.
Se tumba y pasea su mirada vacía por la hierba segada,
o más lejos.
Unas leves olitas le recorren el cuerpo,
su cabeza reposa en una piedra de la orilla.
Llega un hombre marcado.
En lugar de la pierna derecha
enseña su muñón,
el remate de un muslo redondo y poderoso
que sumerge en el agua.
En esta playa rota en Zadar
otra niña pequeña
tiene el pelo naranja y transparente
como hebras de sol.
Llena de agua un vasito,
vacía y llena el mar
como quien lleva a cabo un ritual imprescindible.
Una abuela muestra su cuerpo al sol
mirando el horizonte demasiado cercano de la isla de enfrente.
Los hombres se reúnen junto al quiosco.
Parecen veteranos de una guerra olvidada
como todas.
No hay mujeres con ellos.
Beben cerveza y pasean con los ojos cerrados.
Huele a jazmín por toda la ribera.
Un hombre vende estrellas de mar
desde su barco aparcado en la Fosa,
las vende a 20 kunas,
sea cual sea su tamaño.
Se pone el sol.
Una monja le reza cambiándolo por Dios.
Casi dan ganas de acompañar
su susurro croata.
La chica de los patines
busca palabras en el cielo
y las apunta con premura
como quien pesca un pez
y lo echa al cubo antes de que se escape.
La gente habla y toma café.
Algunos ya se ríen.
Otros, no.

6 comentarios:

libertad dijo...

Estremecedor poema. Qué dura es la realidad, tantas veces...y ese deseo de volver a la naturalidad

Isabel Huete dijo...

Conocer otros paises, otras cultuas, otras gentes, es de las cosas mejores que una persona puede hacer. No sabes cómo te envidio, entre otras cosas porque Croacia es un país que me interesa conocer.
Bello poema de la realidad que nos rodea en un instante.
Besazos.

Inma Luna dijo...

Libertad, hay que mirarlo todo, es la verdadera manera de hacer el viaje.
Isa, aprovecho para decirte que los comentarios que hago en tu blog me son devueltos:(
Y, sí, la gente es la parte más interesante del paisaje. El poema puede ser una foto.
Besos a las dos

Pablo Texón dijo...

Ya veo que sí.
Un saludo.
PT

NoSurrender dijo...

tiene que ser extraña esa mezcla de belleza y memoria dura en Croacia. Me han dicho que es un país precioso. Qué envidia!

Besos!

Inma Luna dijo...

Pues sí, Lagarto, es una sensación extraña como la vida. Los viajes te brindan la oportunidad de asomarte y, si quieres, puedes ver algo más que monumentos. Si quieres, claro. Croacia merece un buen paseo, Eslovenia también. Bueno, casi cualquier parte, no?
Besitos.