Foto de Ángel Muñoz

lunes, 18 de junio de 2012

Celebración aguada

Lejos de la fiesta, me marcho ahora para cumplir años, con la desgana al hombro como un pastel torcido, unas palabras pronunciadas en un idioma extraño como quien dice nada.
Ya sabemos, ya sé, que tampoco se trata de llegar a algún sitio pero tal vez se aspira, en cierto modo, a aprender la lección y el ritmo regular del pasar de las horas.
Esta semana cumplo años y me faltarán besos y caricias, me faltarán sus halagos constantes y sus chistes. Cumpliré años en una larga celebración sin música, una boda gitana entristecida.
Te echo tanto de menos que no podré soplar la vela porque se me han aguado los deseos.

viernes, 8 de junio de 2012

Se me nota que no tengo ganas

Parece que mientras no estuve por aquí alguien cubrió los muebles con enormes sábanas, aprestadas y blancas. Ventilo la casa y las cortinas vuelan hacia la calle como velos de novias que quieren escaparse del convite.
Siempre pensé que mi tristeza no me dejó crecer, que mientras la alegría me sale por los ojos y los dientes, hay una bola densa de vacíos que me arrastra hacia suelos muy blandos y de colores feos.
En la escritura viven todos los desperfectos y esto es raro.
Observar cómo van atragantándose mientras yo me deslizo entre todos vosotros como si fuese una persona, con esta cara de persona, con este cuerpo de persona, normal.
Y pasan las cosas de la vida, las cosas de la muerte, y miro los cipreses detrás del carrefour y lloro imaginando la cama fría de mi padre en ese cerro con vistas al centro comercial, y cojo el coche y, mientras voy cantando una canción horrible y pegadiza, me asalta la certeza de que ya nunca volveré a oír sus piropos y lloro de nuevo en el semáforo, que parpadea naranja y se emborrona sin saber que mi padre no está y me ha dejado triste para siempre, aunque yo ya lo estaba.
Se me nota que no tengo ganas, se nota que intoxica el olor a aguarrás de esta habitación, los pelos de mi perra, se nota que le pongo más sal a las comidas, y montones de especias, porque nada me sabe como antes. Se me nota que no tengo ganas, que estoy como de paso, que algunas veces miro hacia la nada cuando te estoy besando, la nada que es un pasillo largo de luz artificial.
Somos poco, una pizca, sobre todo la gente como yo, que no sabe crecer ni puede.