Foto de Ángel Muñoz

domingo, 1 de marzo de 2015

En Último cero: Inma Luna revisa su infancia y madurez en el poemario `Divina´

Un ajuste de cuentas consigo misma. De esta forma define la poeta y periodista Inma Luna a `Divina´, su último poemario, una obra que pretende reconciliarla con la niña, la madre y la esposa adolescente que fue. El punto de partida de este libro fue el hallazgo de uno de sus cuadernos de Religión. "El que me encontré es de cuando tenía 11 años. Al ojearlo me sorprendió ver cosas que permitían que me identificara con la persona que soy ahora. Sin embargo, también había muchas correcciones impuestas por la educación que recibía tanto en el colegio como en casa y que fueron cambiando la semilla de mujer que yo era. Sentí que necesitaba hacer una revisión de todo eso y ver cuándo me había rendido y optado por caminos que de otra forma no hubiera elegido", explica esta poeta.
Precedido por citas de autoras como Alejandra Pizarnik o Anne Sexton, este poemario comienza refiriéndose a la primera etapa de escolarización de Inma, en la que ésta estuvo en un colegio de monjas. Su relato es el de una niñez de pérdidas (se me olvidó jugar con las hormigas, acariciar a la serpiente, improvisar canciones... narra en `Extravíos´) y represiones (todo lo interesante ocurría en otro lado, por eso nos prohibieron mirar por las ventanas, escribe después en `Privadas´). Esta represión continuaría con la ejercida sobre su propio cuerpo. "Renovaron entonces los uniformes, holgándolos, engrosando la tela, desajustando el talle, desdibujando a las mujeres que pujábamos por ser", narra en otro de sus poemas.
A pesar de que en sus versos hay un cierto dolor y resentimiento, Inma reconoce que no recuerda esos años como una etapa terrible. "No es un libro rencoroso. En realidad, es un ajuste de cuentas conmigo por no haber sabido rebelarme. Aunque recrimino ese tipo de educación, no juzgo a las personas que actuaron así porque ellas también tuvieron una educación represora", aclara. Esa etapa de niñez y adolescencia en la que aprendió a subirse al tejado, en la que no la dejaban jugar con los chicos o en la que, como escribe en otro de sus poemas, hicieron picadillo su intimidad, hubo algunos resquicios desde los que poder seguir respirando. "Los míos eran la literatura y la escritura, aunque por encima de todo acabó siendo el amor, que es lo que más me ha salvado en la vida", reconoce.
Este poemario también recoge su embarazo y las reacciones que suscitó entre la gente más cercana. "Quisieron hablarme de sexo al enterarse de mi embarazo y ni siquiera entonces supieron cómo hacerlo, así que me obligaron a casarme para evitar el tema", escribe. Los poemas que acompañan a esta etapa hablan del miedo a los espejos y a unos vaqueros que ya no había manera de abrochar, pero también de la falta de libertad. "No me dejaron elegir el vestido de novia, el peinado, el ramo", narra Inma Luna, describiendo con ello un "pack" en el que a continuación se van sumando el sí quiero, el párroco, la iglesia y el novio.
"Todo esto eran cosas de las que sentía que tenía que escribir, aunque no he sido consciente de ello hasta hace poco", reconoce. "No me atrevía a enfrentarme a todo esto. Tenía miedo de que desembocara en un proceso doloroso, pero al final no lo fue en absoluto. Los poemas tienen un tono de ironía y sentido del humor que me han facilitado la escritura. También hay una cierta distancia", continúa esta poeta, quien asegura que ante todo ha sido un libro liberador.
Sus poemas están acompañados de una serie de ilustraciones y fotografías de la artista plásticaLoreto Rodera. "No podían complementarse mejor con los versos", indica Inma. Asimismo, este libro incluye varias citas de `La Divina Comedia´ que acaban convirtiéndose en el hilo conductor de todo el poemario. "Lo leí de pequeña, cuando tenía 12 años, y recuerdo que me entusiasmó. El recorrido por los infiernos, el purgatorio y los cielos que hizo Dante se convierte en mi libro en un camino paralelo a mi recorrido emocional", explica.
`Divina´ ha sido publicado por la editorial canaria Baile del Sol, en la que ya figuran otros de sus libros como `No estoy limpia´, `El círculo de Newton´ o `Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero´. Después de su presentación en la librería A pie de página, que comenzará a las 20 horas de la tarde, Inma acudirá al bar El Desierto Rojo, donde ha sido invitada para seguir recitando en compañía del grupo Susurros a pleno pulmón. A lo largo del mes de marzo la esperan nuevas citas en las que podrá continuar dando a conocer esta obra, como la que la permitirá estar el día 7 en Zaragoza, el 12 en Las Palmas de Gran Canaria, el 13 en Tenerife o el 20 en Logroño, en esta ocasión dentro de la programación del festival Voces del Extremo.
Durante el mes de julio Inma prevé publicar un nuevo poemario. "Aún no tiene título, pero incluirá poemas breves en los que hablaré de la relación con la naturaleza y con las raíces. En ellos también quiero reflejar un proceso vital en el que me encuentro, en el que camino entre la tristeza y un nuevo impulso vital", adelanta. En este momento Inma también está trabajando en su segunda novela, tarea que compagina con la dinamización de unos talleres de escritura destinados a adolescentes y adultos que semanalmente se organizan desde la librería Punto y coma de Leganés. Además, esta poeta ha creado un blog gastronómico llamado `La salsa de la vida´, tema al que identifica como otra de sus pasiones.
Laura Fraile