Foto de Ángel Muñoz

domingo, 25 de diciembre de 2011

La osadía de crecer


Podremos sentarnos a ver entrar la luz?
Podremos descansar del sofoco y la lucha, del peso del escudo?
Me gusta veros dormir, tranquilos, me gusta prepararos dulces, abrigaros el sueño, dar regalos.
Me calman vuestras sonrisas, el abrazo, la música, el olor calentito en la cocina, el color rojo.
Mientras las hordas convocan el frío necesito que nos sintamos un ratito aquí, que nos demos las manos, dejemos que el sol nos anaranje, que nos prepare para seguir pensando en cómo hacer algo mejor con estos rancios mimbres.
Me gusta que crezcamos juntos, que osemos florecer en tierra tan infértil.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Mi paladar agradece su delicadeza


Finura, ternura y suavidad, o sea, la delicadeza en el plato que envuelve y despierta los sentidos. Dos experiencias gastronómicas en Tenerife que me han maravillado por su exquisito cuidado, por el cariño mostrado hacia los alimentos, el respeto a los sabores y las sugerentes combinaciones que han dado lugar a verdaderos placeres culinarios. En tiempos de arquitectura y sofisticación de la cocina se agradece encontrar chefs capaces de mantener en el centro de su interés la transparencia y determinación de los sabores. Es el caso de Jesús González en El Duende. Obviando algunos peros que se le pueden poner al mantenimiento del local, sobresale por encima de cualquier crítica la magnífica sensación que nos dejó la comida que, en este caso, se convierte en centro absoluto del interés. Una elaboradísima cocina canaria capaz de recrear platos tan tradicionales como las costillas con papas, piña de millo y mojo de cilantro, en una versión espumosa, sabrosa y muy conseguida. En cada plato se apreciaba la labor de conservación de los sabores locales, de la cultura culinaria de las islas y la imaginación que consigue que la experiencia se alargue y, en cierto modo se sublime, por esta magnífica metamorfosis de los guisos limpios que reconoce el paladar. Además de unas carrilleras de cerdo ibérico sobre puré de garbanzas y salsa española de untuosidad casi perfecta, y de un aperitivo de pez mantequilla aromático o un refrescante ceviche, probé uno de los postres más deliciosos que he comido en mi vida, una elegante crema de chocolate blanco con sorbete de mandarina y aceite de regaliz que hacía suspirar. Ah, el vino, un Bronce, de Tacoronte, también estuvo a la altura. La sensación al final de la larga comida era de ligereza, satisfacción y buenos recuerdos, una ecuación nada fácil de conseguir. 




Y, en una línea muy diferente pero igualmente deliciosa, la propuesta del restaurante japonés Maguro, en Santa Cruz de Tenerife. Otro paraíso de la delicadeza con un menú degustación del que destacaría la suavísima tempura de salmón con aguacate y tofu, cuyos sabores se funden en la boca como si hubiesen nacido para estar juntos. También magnífico el buey con sésamo, que presentan acompañado de una escogida ensalada con sorpresas en forma de pétalos o brotes germinados de daikon. La ensalada crujiente de calamares y kimuchi también excelente aunque menos impactante que el usuzukuri de pescado blanco y trufa, una verdadera explosión que pone en máxima alerta el sentido del gusto y arrastra consigo a todos los demás. Los postres, pastel de mango y tiramisú de té verde, preludio perfecto para un chupito helado de sake con el que finalizar un delicioso paseo por el japón canario.






lunes, 5 de diciembre de 2011

Bizcochito vital

"Inspiración: respiración consistente en respirar cotidianidad para espirar poesía"
(Albert Lladó, La realidad es otra)

Puedo quedarme mirando.
Puedo.
Sentarme y mirar.
Mirar con ganas.
Puedo
pero nunca
opto
por
eso.
Tengo suerte con la vida porque llega a mi orilla con ímpetu, con un brutal impulso
irremediablemente irresistible.
Lúcida, a pasión, a pura pasión apasionada
a grito limpio.
Me la como.
Bizcocho suculento
musiquita gozosa.
Muerdo. Presiento entre los dientes el sabor acerado de la pólvora
chocando.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Atardece



atardece
empequeñecemos
se amplían las sombras
componen
este grave espectáculo
de luz que tilda los reflejos
que delimita el contorno delgadísimo y tenue
la singularidad
apenas perceptible


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Voces del extremo: poesía y dignidad. Vida en Logroño.


Este será mi primer "Voces" en Logroño. Begoña Abad pronunció mi nombre en una playa, me produjo tanta sorpresa como que me invitara al encuentro, y tanta alegría, porque el extremo ha tirado de mí a lo largo de estos años con una fuerza desmedida. Me llevó de Moguer a Béjar y ahora a Logroño, un lugar mítico para mi particular historia, un punto de inflexión. Ahora regreso de un modo diferente, ya no soy la que era y algo voy a contar de esa otra, novedades poéticas que saldrán a la luz divina.

Poesía y dignidad, hoy en día.
Poesia.
Y dignidad.
Hoy.

Del 1 al 4 de diciembre, en el Ateneo Riojano, con:
Abderrahman el Fathi Aitor Cuervo Alba García Alderete Albert Lladó Alberto Gil-Albert Alicia Eguizábal
Ana Alcaraz Ana Pérez Cañamares Ángel Fernández Antonio Crespo Massieu Antonio de Benito Antonio Martínez i Ferrer Antonio Orihuela Asier Biota Begoña Paz Bosko Iniesta Carmen Llorens César Saldaña
Clara Santafé Conrado Santamaría Daniel Sancet David Benedicte David Bobis David Ezquerro Eduardo Pérez Ruiz Eladio Orta Elvira Lozano Enrique Villagrasa Fermín Herrero Francisco Marín Yécora Inma Luna Iosu Moracho Isabel Bono J. Miguel Alonso Chávarri Jesús Vicente Aguirre Juan Pardo Vidal Lourdes Cacho Lucas Rodríguez Luis Mada Alderete Manuel Gómez Mario Martínez Matías Escalera Miguel Correas Miguel Marzo Nati de la Puerta Nerea Ferrez Nicolás Asensio Paco Domene Rut Sanz Montaña Teresa Sáenz Gil de Gómez Uberto Stabile

Algunos de mis más queridos, algunas de mis más queridas, de mis más admiradas, de mis más admirados, de mis ganitas de conocer, de mis ganitas de abrazar, de mis ganas de sentir. Cosas hermosas de la poesía, de la gente, de la vida.
En Logroño. Otra vez, en Logroño. ¿Te acuerdas? Claro.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Al rescate de lo salvaje

Hace tiempo que me preocupa el daño que está causando esta fiebre -ya demasiado prolongada- de lo políticamente correcto en el arte y la creación. Cómo esta pesada losa de autocensura va edulcorando las pasiones y la manera de contar las historias. De qué manera quienes escriben, pintan, esculpen, ruedan o bailan se sienten abrumados por la ingente cantidad de sensibilidades susceptibles de sentirse atacadas, heridas, lastimadas o aludidas por cada brochazo de la imaginación artística.
Anoche, después de degustar con entusiasmo el Dios salvaje de Polanski (y Reza) me detenía también en las cortezas con las que estos mismos complejos de corrección nos van enfundando hasta hacer desaparecer casi por completo nuestras trazas humanas.
Es tal el grado de hipocresía con el que habitualmente nos conducimos que se impone de manera sutil e invasiva en nuestras relaciones más íntimas, en nuestro trabajo o incluso en la educación de nuestros hijos a los que transmitimos unos valores tan artificiosos y falsos que no hay manera de construir sobre ellos sin que se nos derrumben por el camino.
Pero ya resulta difícil escarbar dentro de nuestra contaminada moral (o moralinas) para saber con cierta honestidad qué es lo creemos y cuál es, si existe, nuestra propia visión del mundo, del bien y del mal, de lo justificable y de lo que no lo es, de lo que verdaderamente nos inspira la gente, las cosas, el mundo. En la mayoría de los casos, mostramos una imagen que dista tanto de la real que hace que nosotros mismos nos perdamos en este maremágnum de embuste y aderezo sin saber muy bien qué narices estamos haciendo en este lugar y este momento.
Tal vez el alcohol o los nervios nos hagan a veces salir de la comedia y vomitar lo que se nos había quedado en el estómago, hacer añicos los tulipanes y reírnos a carcajadas de nuestra propia infelicidad.
Hace falta valor para mirarse sin tapujos en el espejo y ver lo que somos de verdad, recordar, si podemos, qué es lo que sentimos, qué es lo que queremos.
Si alguna vez lo conseguimos sería precioso que fuésemos capaces de contárselo a nuestros hijos, escribir un buen libro o hacer una película como ésta, salvaje, para recuperarnos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Una cierta vergüenza

Nunca termino de saber si la vida es tan simple o tan complicada como parece tornarse por momentos.
A ratos todo parece despejado y entonces un pie se pone sin dificultad delante del otro, una mano sabe dónde es preciso acariciar, una palabra encuentra el espacio adecuado, el significado puro... como si de verdad nos fuésemos encaminando a una estación feliz.
Cuando esto sucede doy vueltas sobre mí misma, desconcertada y encantada.
Luego, no es que me escueza el sueño, no es que le tenga miedo a una tarde de feria, a mi rabiosa predisposición..., pero, como una niña resabiada, sé que por ahí cerca se continúan tejiendo madejas de inmoralidad que siempre achuchan la conciencia y nos dejan helada la boca que era risa el minuto anterior.
Da una cierta vergüenza, como un peso.

martes, 15 de noviembre de 2011

Ella también está

Ella quizá lo sabe, la que está adentro, sin tallar, sin moldear.
Deja las ranuras abiertas,
las de sentir.
Se desgarra y se despierta desgarrada cada vez.
Sabe, es la que sabe,
de dolor,
de ojos incendiados.
Yo soy la que se ocupa de aplacar,
de llenar los vacíos
a costa de tejidos algodonosos
que cocino sin fuerza
pero con toda la constancia.
Yo endulzo
-curita sana-
para poder mirarme en el espejo
para poder.
Y la risa,
la que se ocupa de la risa soy yo.
Ella me exige
reclama su parte
la parte de la entraña.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Si tú quieres



Hoy domingo, esta tarde fresca de luna creciente, haremos poesía a Des-Tajo, los versos correrán a echarse al  río, a buscar el Dorado. Será en Toledo, será con Rebeca Álvarez, será en The Explorer's Club, plaza Horno de la Magdalena 1, será contigo, si tú quieres.


Palabras como acto inevitable
En el gesto diario del beber de las plantas
está cada palabra que escribo para ti,
para ti y para todos.
La punta de la lengua que se quema
mientras hago el café,
cuando me pillo un dedo con la puerta
y la uña morada golpea el azulejo
con la rabia del que se sabe indefinidamente postergado.
Más tarde ya no pasará el tiempo;
cuando nos levantemos por la noche
con sensación de miedo detrás de las orejas,
mintiendo que dormimos,
pensando en nuestras cosas de mayores.
Pero ahora se me llenan las líneas de palabras
que precisan un mínimo trazado,
una iluminación remota
para ser lo que son:
razones saturadas
que se vierten por los cuatro rincones.
Apenas soy capaz de saludarles,
con este olor a grava que siempre nos recorre,
con las ganas ilógicas de quedarnos sentados
enfrente de las penas de los otros
sin saberles llegar,
sin saber qué decir a sus vacíos
que son exactos a los nuestros,
las mismas muertes y los mismos desastres
pero pintados con otra gama de colores.
Todo es como un choque,
la vergüenza de los que nos creemos
que somos dueños de nuestros albedríos.
Demoramos las restas
para que no se queden las manos tan inútiles
delante de los hijos
que sabrán -al final- que no sabemos
cómo ha pasado esto
con lo hermosa que estaba la parcela
cuando nos trasladamos a vivir.

(De El círculo de Newton, Ed. Baile del Sol 2007)

viernes, 4 de noviembre de 2011

Las preguntas del viento






Las cruces erguidas, unas con más orgullo, abanderadas y testimoniales. Sobre ellas sopla un viento desconcertado, el mismo que hace ondear el trapo barrado en la cumbre del mástil. Paseamos, humanos, entre las tumbas, entre sus cinceladas fechas y sus nombres, ein deutscher soldat Kurt Hilbrich, o entre el silencio lapidario de un cuerpo que sólo fue un cuerpo, un cuerpo joven de alguien, un cuerpo destrozado, desconocido, solo, un cuerpo, solo, here rests in honored glory a comrade un arms known but to god. Las nubes pesan sobre los cementerios, que rebosan batalla, las nubes caen en niebla persiguiendo respuesta. Los humanos, de vida tan efímera, se dañan tanto. Cuál es el fin último de la lucha? Abonar cementerios a base de carne joven, ofrenda pátrida? En un recorrido tan breve, no sería más digno tumbarnos sobre el césped y alimentar la tierra con lluvia fértil, con un aliento desarmado? Entonces, por qué? Por qué entonces, por qué siempre, también ahora? Cuándo se aprende esta escueta lección?

domingo, 30 de octubre de 2011

Postal cariñosa


Asomada a la baranda, con el sol benévolo dando tregua, veo pasear a hombres y a mujeres, les veo besarse, cogerse de la mano, jugar con sus hijos en la arena, enseñarles el color del mar, el olor que traen las olas y, por un instante, todo parece tan sencillo..., como si vivir tan sólo consistiese en amarnos y enseñarnos lo hermoso que puede ser el mundo.

martes, 25 de octubre de 2011

Crepitar

La espuma crepita en la bañera
las velas crepitan sobre el aparador
la lluvia crepita en la ventana
mis pulsos crepitan
todos
justo
ahí
entre las yemas arrugadas de mis dedos

miércoles, 19 de octubre de 2011

Las formas del adiós



Él decidió por ella que se darían otra oportunidad. Ella reprimía las náuseas mientras introducía en el lavavajillas los cacharros mohosos, buscando sitio a una cazuela que era incapaz de encontrar acomodo. Escuchaba las risas de él, viendo la tele con los niños, en el salón. Tampoco había espacio para los vasos secos del colacao. Le llamó a la cocina, es imposible, le dijo, y sintió el repelús cuando él acarició su brazo, me lo habías prometido. Lo sé pero no puedo, tengo que irme ya. De todas formas, admitió él con una mueca biliar, hasta los niños están de acuerdo en que te has puesto gorda.

martes, 18 de octubre de 2011

Plataforma de un sueño



Crear, imaginar, dejar que florezca la belleza, que cuaje el sueño, la impermanencia de todo lo sublime. Bailar al son que nadie marca, como si de nada dependiese cada paso, en un trazado de caminos milagroso. Crear desde la calma, desde el vigor de la impaciencia, desde el deseo y desde el vértigo, dejar que las raíces crezcan al aire, cuelguen, se luzcan, se desvelen. Crear desde lo profundo, desde lo efímero, desde una misma, desde los otros. Imaginar sin que los miedos presionen la punta del lápiz y la tronchen, dejar brotar la tinta, emborronar la mesa de diario agradeciendo que todo sea posible.

domingo, 9 de octubre de 2011

Idea nutritiva

La cabeza da vueltas y en sus cauces se cruzan pensamientos intrascendentes, lo que está pasando y lo que no, sacar el pollo del congelador, mirar el facebook, reservar una habitación de hotel, preguntar qué tal noche ha pasado mi padre, comprar un limpiaparabrisas, asquearme de cosas que me asquean, preguntarme porqués.
En el maremagnum, un clic, una idea, insólita, impropia, una originalidad extravagante a punto de ser fagocitada, arrastrada por la corriente de lo corriente.
Pero ahora estoy en tiempo de vigilia, con las alertas excitadas, así que la capturo y la refresco, le pongo un altarcito, le doy mimos, escarbo en su interior, lamo su contenido, la agrando, la encojo, la pongo en perspectiva, me hago un bocadillo con la idea y desayuno su creatividad como si fuese mía. Después la guardo en una caja oscura para que no pierda su luz, allí las atesoro y allí me esperan como magnífico alimento.

lunes, 3 de octubre de 2011

Desempleada, no parada


Este es el primer lunes de mi vida como mujer desempleada. No he madrugado. Cuando he salido a la calle ya estaba abierta la floristería que hay frente a mi casa.
Es raramente excitante encontrarse esta vez ante una gran página en blanco en la que ir escribiendo el devenir del resto de mis días. 
Es un extraño vértigo el de no depender, el de no estirar mi dedo corazón cada mañana para fichar en una insidiosa maquinita y recibir a cambio el salario mensual.

Ahora toca despertar en vez de madrugar. 







jueves, 29 de septiembre de 2011

Latigazo cerebral


Esta crítica del poemario No estoy limpia, en la revista Qué leer dice cosas hermosas sobre mis versos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Zapatos inestables

Simplifica, me dices, y me lo dices justo ahora, en este momento en el que nada me resulta tan simple ni susceptible de ser simplificado. Y acudo a un espacio remoto en el que las fracciones se iban dividiendo, se iban reduciendo al mínimo, a un mínimo que resultaba equivalente pero que se dejaba manejar mejor. Seguramente sí, seguramente no te falta razón pero mi mente está barroca, los ácidos de esta raíz se esconden en pliegues desconocidos, rellenan los intersicios del cerebro provocando dolor y pesadumbre, malos estares y malos despertares, verbos improcedentes y rabotazos a destiempo.
Hoy me he calzado con esos zapatos que me hacen inestable, que rilan las rodillas y enfrían las manos sudorosas. Simplifica, me dices, y ojalá encontrase la fórmula adecuada para esta operación.

(Debería tirar estos zapatos pero me encantan porque transportan alas de mariposa, me hacen caminar al borde del abismo y, por otra parte, si mal no recuerdo, me costaron un dineral).

martes, 13 de septiembre de 2011

La anestesia es líquida


Un, dos, tres, cuatro, respirar. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Dentro del agua, el silencio, las piernas ajenas y sus incógnitas. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Sumergirse. Un largo, otro, otro más. Cero, pensamiento cero, ingravidez, alivio, cuánto alivio. La anestesia líquida, aquí no duele, no se nota el gran peso. Un largo más, agotar todo el aire de los pulmones ahí abajo, ver el oxígeno brotando en pompas, pompas de abatimiento que se escapan de mí, que se elevan, se alejan. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Un, dos, tres, cuatro respirar. Un poco más de rapidez, los pies bullen la superficie, las manos se abren hueco, se hunden, recogen, salen, entregan al vacío el olor a hospital, a oficina, limpian los restos penosos del dolor, de su prolongación, cicatriza la herida del puñal en la espalda. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Un, dos, tres, cuatro, respirar. Todo es liviano, fácil, todo es nada, nadar. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

Espero saber qué

Me despiertan las pelusas en la boca del estómago y de nada sirve una ducha ni el rumor de las olas ni el teléfono que no trae malas nuevas ni el recuerdo de tus labios frescos ni haber podido, un mes más, hacer frente a los pagos del alquiler, del seguro del coche. Del sillón a la cama a un ordenador a otro a los libros a las letras que devoro como oráculos, buscando las respuestas sin tener todavía las preguntas. Este septiembre que empieza en día 5, en esta casa que es tan mía como me atreva. Entre los dedos de los pies cables finísimos que me mantienen en un equilibrio de náusea de imposibilidad de planes con dos o tres o una cosa clara tal vez una tal vez o ninguna. Esperando saber qué. En sus manos en las tuyas en las mías o del todo suelta del todo ajena del todo inquieta y desasosegada pendiente de un reloj sin números y sin manillas. El aire que retienen las ventanas cerradas las puertas cerradas. Me despiertan las pelusas en la boca del estómago y de nada sirve recordar que ayer mismo era todo distinto y mejor.

domingo, 28 de agosto de 2011

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cosas extrañas que sin embargo ocurren

                                  Foto: María Caos


Salgo de casa dejando bajadas todas las persianas. Huele a cebolla. Respiro lo mínimo arrugando la nariz consciente de que ya no hiervo en esta sopa. Desayuno dos cafés, uno detrás de otro. El segundo lo tomo con mi madre; ella moja unos churros mientras lamenta todo. Más tarde aso cuatro sardinas y perfumo mi calle con aroma marino de sal gorda. Mi hija esconde debajo del flequillo un saco de contradicciones y no come hasta mucho después, cuando el hambre es mayor que la pelea. Voy a ver a mi padre, está sentado en el sofá, no levanta cabeza, le digo que me mire y alaba mis zapatos para evitar el esfuerzo de erguirse. Al salir de su casa, mi corazón se suelta, se me cae a los pies con un sonido hueco. La gente me mira reprochando mi falta de cuidado. Recojo los trozos desperdigados y continúo el camino que no se ha dibujado aún. Por la noche mi sobrina me dice que un tigre me está esperando. Hago balance inútil de estas cosas extrañas que sin embargo ocurren.

lunes, 22 de agosto de 2011

Vivir escuece, una reseña de "No estoy limpia", por M Cinta Montagut

Leer el artículo

En el suplemento El Perseguidor, del Diario de Avisos, M Cinta Montagut reseña mi poemario No estoy limpia.  Lo más emocionante de esta crítica es que lo que ella ha percibido se parece bastante a lo que yo he querido contar.

viernes, 19 de agosto de 2011

EmPAPAda de irrealidad


Me doy de bofetadas delante del espejo, siento el dolor, mis carrillos se enrojecen, entonces me convenzo: no estoy dormida.
En los últimos días, sin embargo, todo a mi alrededor tiene color de pesadilla. Un entorno irreal y abrumador, que me daría risa si no me diese miedo.
Dice la radio esta mañana que están cortados todos los accesos a Cibeles, que se está celebrando un viacrucis, que han colocado por las calles las mejores imágenes de la Semana Santa de Andalucía.
Me levanto y doy vueltas por la casa y no sé si salir o meterme debajo de la cama.
Me recuerdo en el Metro, asfixiada. El vaho de los cristales lleva el nombre del Papa. Me rodean y me gritan su nombre como si me quisieran sepultar bajo sus cuatro sílabas, otro mal sueño. No puedo respirar, me ahogo; esta vez me pellizco y también me hago daño, así que sigo sin estar dormida.
Veo policías, me apuntan, a ellos no. No puedo pasar por esa calle. No puedo pasar porque soy de los laicos, me dice el policía, y me lo dice en serio con un lanzador de pelotas de goma cruzando su pechera.
Leo cosas ridículas, como bromas pesadas, en todos los periódicos.
En mi trabajo también me dan hostias benditas. Están a punto de noquearme.
Salgo a las tres de la tarde. El sol me deslumbra y sigo caminando como un zombie. Paso por la terraza de un bar en el que hasta hace poco servían cañas y jalapeños. En la pizarra del menú, Benedicto me mira con los brazos abiertos bajo un cartel de "Bienvenidos". No sé si me lo ofrecen como plato del día.
Me estoy riendo, creo, porque se me ha olvidado cómo salir corriendo de una pesadilla de la que es imposible despertar.

jueves, 28 de julio de 2011

Un poema caducado sobre las uñas de los pies


En el año 2004 escribí este poema:

Anoche me pinté las uñas de los pies.
Eso significa que todo está en orden.

Antes lo estaba releyendo mientras preparaba el recital de mañana y me he dado cuenta de que ahora me pinto las uñas de los pies cuando me da la gana, así tenga la vida entera patas arriba.

miércoles, 27 de julio de 2011

SUMMER POETRY FEST, dándonos a la poesía en las noches de verano




Las noches son, en verano, el momento en el que se abre la mente y el escalofrío, en el que se despiertan los párpados aletargados durante el día, en el que se despereza la imaginación apabullada por el calor y el trabajo. Es la ocasión para que la poesía germine y corretee entre la gente, para que ofrezca su electricidad a los habitantes de LaMarabunta.

A partir de las 22 h. hasta que LaMarabunta se convierta en calabaza.




MARABUNTA

SUMMER POETRY FEST


VIERNES 29 de julio –

MIGUEL ÁNGEL GARA e INMA LUNA

(+ MICROABIERTO)

22:00 h.

La Marabunta – Libros&Café

c/ Torrecilla del Leal, 32

metro: Lavapiés / Antón Martín

[ Madrid ]


MIGUEL ÁNGEL GARA (Madrid 1970) ha publicado los poemarios El libro de Sara (LF, 2005), Luz previa a la luz (Algaida, 2006), Calle (Amargord, 2008) y El desierto de agua (La Garúa 2009), así como el libro de aforismos Gérmenes y momentos (Amargord, 2007).

Su obra figura en varias antologías y ha recibido algunos premios y menciones literarios entre los que destaca el XXIV Premio de poesía Ciudad de Badajoz por Luz Previa a la luz.

Colabora ocasionalmente en revistas literarias de España y Latinoamérica, y en especial en el portal de Internet literaturas.com donde ha coordinado la sección de poesía y editado el suplemento Pata de gallo.




INMA LUNA (Madrid, 1966) es periodista y antropóloga. En poesía, ha publicado los libros No estoy limpia, El círculo de Newton, De ronda en ronda, antología itinerante de poetas españoles en México, junto a Uberto Stabile y Antonio Orihuela, y Nada para cenar. Ha participado en las antologías Poetas en los Jacintos, Mujeres en su tinta, La manera de recogerse el pelo. Generación Blogguer, 23 pandoras. Poesía alternativa española, Os dias do Amor y Voces del extremo.

En el terreno de la narrativa, ha visto editado el conjunto de relatos Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero, y ha sido recogida en antologías como Narrando contracorriente, Viscerales, Beatitud. Visiones de la beat generation, Mujeres cuentistas, El Cuentacuentos, Cuentos desterrados o Qué mala suerte tengo con los hombres.




La caída

Le atraía de su voz con su voz:

... ahora veremos las estrellas amigo

contemplaremos gnomos feroces subiendo

al techo del amanecer has visto alguna vez

el cielo la realidad que mezcla tu ficción

mi ficción? alguna vez fuimos felices

protagonistas el domingo

las niñas cubiertas de luz

su música verdad

sobre la vida

vida

enfermedad y muerte

necesidad de sexo

tras las cámaras

que el maquillaje oculta

en olas de asco ante el espejo roto

que es el papel brillante

en la pantalla donde mujeres

famosas ofrecen labios a niños

de ciudades inútiles lenguas

para que charlatanes sin conciencia

puedan hablar y hablar y hablar y quedarse

callados...

(Miguel Ángel Gara)


DEBILIDADES

Hay ratos en los que parece que esto no da para más. La casa huele a puchero y a perro mojado. Busco alguna manera de reconquistarme, las sílabas repetitivas tampoco ayudan mucho.
Recurro a singulares distracciones: limpiar los calamares,ordenar artilugios de limpieza, buscar sitio a las
cosas inservibles... Hay ratos de limitada y débil desolación.
Hay ratos en los que miro alrededor sin que nada me deje estupefacta.
Entonces me tienta la pereza, la lúdica tarea de huir de las historias.
Quiero tumbarme y ovillarme, volverme irreflexiva y respirar el espeso y dulce aroma de la estulticia.
(Inma Luna)

miércoles, 20 de julio de 2011

Ni esta boca es mía

 Tenemos poco tiempo y, sin embargo, dejamos que nos venden, nos dejamos vendar, nos dejamos vender.
 A veces la crueldad, el ansia intestina, el bajísimo instinto de la supervivencia, -el ego inflado, insuflado, alimentado, cebado-, se nos coloca al lado, nos impide la visión de lo bello, de la naturaleza, también hermosa, de lo humano.
 Percibo el hedor insolidario y me pregunto de dónde habrá salido, qué fétidas aguas lo habrán regado, cómo hay gente capaz de revolcarse ahí y de sentirse a salvo.
 Y yo, también atada, también a la espera, también quizá de alguna forma, mostrando los papeles que justifican mi silencio, detrás de los vendajes que actúan como coartada para permanecer tan quietecita, para no mover un dedo, para, de alguna forma, salvarme yo también.
 Silencio cómplice.
 Nadie dice, tampoco yo, ni esta boca es mía.

lunes, 18 de julio de 2011

ImPostura

Hoy me siento cansada, con un cansancio ineficaz y peligroso, cansancio de postura.
La he adoptado hace siglos, la postura del desafío sonriente, del arrojo calmo.
Hoy me siento cansada.
No esperaba nada a cambio aunque eso nunca es del todo cierto.
El tiempo no pone a cada uno en su lugar, casi siempre los que se abren paso a codazos encuentran el espacio que no les corresponde. Y ahí se quedan.
No tengo ganas de apostar, ni siquiera por mí.

viernes, 15 de julio de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

Las condiciones no son las adecuadas

                                                         

                                                          Quiero un largo día finlandés
                                                          con dos naranjas en el cielo
                                                          quiero seguir hablando contigo.



                                                                                   Bernardo Atxaga



Las condiciones no son las adecuadas,

sin embargo, salivo.

Hay demasiada gente por el medio,

centenares de pies pisando cáscaras de gambas.

La espuma se escapa a mi control

y voceo aplicando los más absurdos sinónimos de gracia.

Por todas partes suenan las alertas cuando enciendo un cigarro

como si fuera un velo tras el que contenerme.

Parezco una modelo de Delfín de tan atada.

A las dos de la noche, en otra escena,

no me puedo caer de la cama por mucho que me agites,

tampoco me da miedo que se abra la puerta de repente

y el viento se nos lleve por delante.

Aquí puede pasar de todo

porque tu voz me cuece a disparates

y tengo el cuerpo abierto a las sonrisas.

Según me despertabas

no podía acordarme de qué estaba soñando.

Te digo luego que me dejes volver a la vida real.

Ah, que la vida era esto.

Te sabía la piel a recién horneada.


(De No estoy limpia, Ed. Baile del Sol 2011)

martes, 12 de julio de 2011

Ir al extremo es siempre volver

Ir al extremo es siempre volver. Poner el pie en la calle es inundarte del blancor. Y ya no hay que hacer nada, sólo dejarse llevar por las voces, por los patios, la luz y los poemas, la música y la risa, la cerveza y los besos, y el mar, por fin el mar.
Sentir que todo puede ser distinto, que todo puede ser mejor.
Todo el mundo agradece a Antonio Orihuela su invitación a Voces del Extremo, yo le agradezco cosas que ni siquiera se pueden escribir.