Foto de Ángel Muñoz

martes, 29 de abril de 2008

Privée

Emprender un camino que ya se ha recorrido de una forma distinta. Un camino que va a un lugar en el que estarás tú, que ahora eres otro, que ahora adoptas una forma distinta, distinta en mis ojos, en mí. Hemos quedado allí, donde nada sabíamos de nosotros, donde nosotros no existía. Donde eras tú, era yo, éramos lo que no nos conocíamos. Entre un avión que te traía y un tren que me llevaba nos partió un rayo y nos hizo trocitos muy pequeños que no querían más que revolverse.
Celebraremos una gran fiesta, pondremos una placa en el lugar exacto donde nos abrazamos y nadie se enterará de nada, como si fuésemos un todo transparente que vuelve a sus orígenes, como si aún lloviera luz sobre nosotros y el mundo –la estación- se quedase cegado de momento.
Te pondré entre mi lengua y el paladar para que explotes allí como una uva y la boca y la vida me sepan a ti para siempre.

viernes, 25 de abril de 2008

El rosa olor de la resaca

Aspiro el olor a gente mientras camino. Martín de los Heros, plaza España, Gran Vía, Callao. Libros, coches, turistas, musicales. Libros arrastras, por los suelos, baratos, adornados con rosas, o claveles -flores castizas y baratas-. Llego a la puerta de la FNAC, gente, más gente, una cola de gente. Sabina está firmando. Y García Montero, pero Sabina más. Subo, bajo, escaleras y más gente, con bolsas y bolsitas, libros, cedés, libros, Ruiz Zafón, mucha catedral, mucho enigma, selecta autoayuda, rarología. Un estante allí, al fondo, estrecho, muy estrecho: poesía. Libros, Almudena Grandes (su marido está dale que te pego con las firmas), Giocconda Belli, Murakami, Houllebec –que, en vivo y en directo, anda con sus provocaciones por aquí cerca-. Gente que hojea libros, gente que los ojea, gente que los compra. Calor. Encuentro el rosa de la Resaca de Hank Over, parece un libro suave, engaña. Gente yo compra libro, y otro, y otro, y ya paro. Bajo escaleras. Aún hay cola para Sabina. García Montero sale, demasiado abrigado y hace tanto calor. Hay una parejita joven en la cola. La chica le dice al chico, mira, corre, es García Montero, dile que te firme el libro, que ponga para Laura, el chico dice pero si este libro es el de Sabina, no importa, no importa, dice Laura, que te lo firme. García Montero se desconcierta ante la solicitud, por un momento pienso que quizá se ponga a cantar por el bulevar de los sueños rotos pero se contiene y firma el libro de otro para otra. Poesía. La chica da un par de saltitos de contento y le pide a su novio todo tipo de detalles sobre la mínima conversación con el poeta. Pasa otro rato. Hablo con Sabina, me agarra de la cintura, cree que me quiero fotografiar con él. Al otro lado se coloca una rubia y aprovecha para hacerse la foto. Él puede con las dos manos, una para cada cintura, y eso que una mano lleva un vaso y la otra un cigarrillo. Le tengo que dar un recado sobre una antología de Raúl Núñez, que era amigo suyo. Parece que me escucha. Dice que sí, que sí, me da lo que le pido y se acaban las firmas. Lo sacan en volandas por la puerta trasera, como a un artista.
Detrás de unas cervezas entran los hijos de Satanás, montan la fiesta en honor de Chinaski. Lucas, que viene encabronado, doce horas de curro, no necesita ni disfrazarse, suelta en inglés toda la mierda que traía acumulada, me parece que Hank le ha poseído. Me dan ganas de gritar bravo. Cañamares, Popelka, Castañón, fantásticas las tres, engañando también con sus caras de buenas niñas. Petisme canta de lo nuevo, miedos y cobardías. Vicente como es, v. avsoluto. David, con sombrero, con amiga actriz, recitan y remueven. Gente. Más gente. Escuchan. Aplauden. Muchos más abrazos, besos, nos vemos. Fiesta.









Popelka semiiluminada por ella misma








Lucaski




Vicente, con José Ángel Barrueco y Anita










Cañamares, con dientes de estreno, y Yolanda Castañón.


David González y media Violetactriz

miércoles, 23 de abril de 2008

Resaca y v.

Conocí a v. en Moguer y fue amor a primera vista. Sabes cuando te encuentras unos ojos que son una biografía? Se nos quedó algo dentro y aun de lejos nos seguimos mirando de igual forma. A todo lo que me pide le digo que sí porque sé que detrás hay algo bueno. Ahora estoy en sus manos de una forma antológica. Esta noche nos vemos. Viene con su resaca a cuestas, con las salpicaduras bukowskianas de otra buena panda de hijos de satanás: Eva Vaz, Hernán Migoya, Miquel Silvestre, Raúl Núñez, Vicente Luis Mora, David González, Sergi Puertas, Alfonso Xen Rabanal, Karmelo Iribarren, José Angel Barrueco, José Daniel Espejo Balanza, Lluís Pons Mora, Javier Marroquín, Agustín Fernández Mallo, Josu Arteaga, Pablo Casares, Kike Babas, Kike Turrón, Pablo G. Bao, Ignacio Escuín Borao, Ana Pérez Cañamares, Kutxi Romero, José Manuel Vara, Lucas Rodríguez Luis, David Murders, Manuel Vilas, Roxana Popelka, Sofía Castañón, Sor Kampana, Angel Petisme, Salvador Gutierrez Solís, Nacho Abad, Safrika, Patxi Irurzun, Abel Debritto, Eloy Fernández Porta.
Muchos de ellos son también deliciosos indeseables de la poesía y dignos de cariño salvaje pero mi v., mi Vicente Muñoz, es quien mejor le calza los zapatos a la cenicienta que hay en mí.
Ya estoy ansiosa por saborear los excesos de Hank Over. Es la noche de chupar la tinta –¿a qué saben las letras de impresión digital?- de los libros. A las 9, en FNAC de Callao. En Madrid: Hank Over Invassion.


martes, 22 de abril de 2008

Horizontes




Fotos de Jorge Gallego Lara

Jorge también se ha dado cuenta. Se le revolvió el cuerpo al contemplar lo ramplón del entorno. Lo que pesan las puertas cerradas a la belleza. Hoy me ha enviado esta infusión de horizontes patagónicos. Un modo de retomar la perspectiva. La semana pasada le decía que somos más libres de lo que nos creemos. A veces necesito que alguien me lo recuerde. Gracias por la luz.

lunes, 21 de abril de 2008

Corazón de serpiente


Anoche, cuando regresaba en avión a la cruda primainvierna madrileña, releí algunas notas del fin de semana que pasé en Barcelona en el mes de enero. Han cambiado las cosas desde entonces. Hablaré de avances porque me siento mejor. Se va a cumplir pronto un añito desde que cambie de ruta. Me quedé lo suficientemente sola como para tener que mirarme de arriba abajo. Me quedé con tan poquitas cosas que no había más remedio que fijarse en lo esencial. Me asustaron algunas impresiones, echar la vista atrás o mirar hacia delante, panoramas vertiginosos. Tenía mucho que limpiar y eso tiene su coste. Tenía que deshacerme de pieles muertas que se me habían adherido con el tiempo. Anoche, leyendo mis propias palabras, noté que ya respiro mejor, que ando más ligera, que me voy reconociendo, aprendiéndome.
Aunque volvía un poco enfurruñada –nunca resulta fácil separarse de ti- me supo bien este mínimo reencuentro con la que era hace tan sólo un par de meses.
Llegué a casa muy tarde, hacía frío, estaba todo oscuro, no había nadie y no sentí carencias.
Traía el calor del sol adentro.

miércoles, 2 de abril de 2008

Aperitivo de autobombo con ajos


Inma es un chef en la cocina literaria; en el momento inesperado, el ingrediente que transforma sus cuentos en magníficos llega a la cita del sazón, asombrándonos. Se le da la magia de lo cotidiano, y es capaz de ver la tragedia en un mundo diario donde otros sólo alcanzan a percibir el drama.
Esta es una parte muuuuuuuy pequeñita (y juro que no enseñaré nada más) del prólogo que el escritor mexicano Dante Medina ha tenido la amabilidad de firmar para mi libro de relatos que está a punto de salir.Gracias, gracias y gracias porque abraza de palabras cariñosas a mi literatura que se hincha de satisfacción.
El libro, que se titula "Las mujeres no tiene que machacar con ajos su corazón en el mortero", recoge diecisiete cuentos y será publicado por la Editorial Baile del Sol (claro, je!, pensarán algunos listillos).
La portada es fantástica, con una foto de la portuguesa Margarida Delgado que también me ha regalado con absoluta generosidad artística.
Ya os iré avanzando cosas pero este aperitivo lo tenía guardado desde hace un tiempo y ya me picaba en la boca..., será por el ajo.