Foto de Ángel Muñoz

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Desatinos de la ceguera


El corazón se esconde,
los ritmos no tienen vestido.
Miro sin ver
decido
yerro
decido
yerro.

La voz deja salir el hilo
convoca la pasión
arranca los vendajes
y aclara la vista.

Me equivoco a menudo,
el color de la ropa me confunde,
el peinado, los gestos, las pestañas.

Pero la gente habla,
la gente se desnuda y danza.
Abro la boca
descompuesta por las notas erradas.

Las superficies suelen ser resbaladizas,
me caigo cada vez que me anticipo.

martes, 21 de septiembre de 2010

Carretera


Sabía mejor que nadie
que había que ir ventilando cada estancia
pero si lo intentaba
tan sólo conseguía
que entrase en casa ruido
y color de carretera.

Tan sólo carretera,
      carretera sin manta.

(De Nada para cenar, 2005)

viernes, 10 de septiembre de 2010

Los ásperos atardeceres que se chillan


Temo los callejones, meterme en ellos, no encontrar la salida, verme obligada a rascar las paredes con las uñas, patalear en el suelo, gritar histérica..., retroceder para llegar de nuevo a un comienzo que había dejado atrás. No es un discurso circular, es un acercamiento al miedo. He entrado esta vez, ayer, con muletas de humo, con patadas de loca en puertas blancas, con abucheos por las formas. He abierto las manos y las piernas, tocando muros húmedos, tragando lascas tan calizas que me volvieron del revés. Luego, con el cansancio laxo tras la lucha, me dormí justo en mitad de túnel, envuelta suavemente entre el vapor del vino y el rechazo, en el refresco del asfalto. Ya soy capaz de levantarme con el foramen magnum paralelo a la tierra, sacudirme la caspa del sistema lunar, recoger litros y litros de oxígeno azulado. Los adoquines continúan duros, lustrosos como si fuesen insalvables pero ahora sé que la salida está en alguna parte y que si miro con la agudeza justa, con el guiño preciso, sabré salir, lograré que salgamos, sin rasguños mortales de este lugar incómodo en el que hemos dejado de reírnos.