Este es el primer lunes de mi vida como mujer desempleada.
No he madrugado. Cuando he salido a la calle ya estaba abierta la floristería
que hay frente a mi casa.
Es raramente excitante encontrarse esta vez ante una gran página
en blanco en la que ir escribiendo el devenir del resto de mis días.
Es un extraño
vértigo el de no depender, el de no estirar mi dedo corazón cada mañana para
fichar en una insidiosa maquinita y recibir a cambio el salario mensual.
Ahora toca despertar en vez de madrugar.
1 comentario:
Inma, no encuentro tu mail en el perfil (puede ser debido a mi incapacidad para comprender esta planísima máquina).
Me han pedido que coordine un taller de poesía en Madrid y me gustaría hablar contigo.
Mi mail: rafaelfernandezcampos@gmail.com
Un saludo.
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