Foto de Ángel Muñoz

sábado, 21 de febrero de 2009

La india Mara



Mara es una india yaqui de Sonora. Allí la conocí y nos abrazamos por primera vez. Ahora hemos vuelto a encontrarnos en Portugal. Mara es intensa y lista. La vida le sale por los poros y disfruta buscando lo asombroso. Con el vinho verde nos contamos las cosas que dan risa y las que nos importan. Me regaló unos pendientes y todo su instinto abrumador de superviviente. Compartimos también emociones y libros. Dice que supo desde siempre que algo nos ligaba. Yo recuerdo que no podía apartar la vista de su espalda perfecta al borde del vaquero mientras ella lloraba su poesía.

Tu cara no tiene rostro,
Extraviada me aferro a los muros,
Mi carne arde,Te presiente.

Sales de las paredes de humo,
no hay retorno,
Desbordada pierdo tu sabor.

Estoy en ti,
pecado espléndido de la carne,
envoltura deshecha;
Queda tu espalda recta,
mis rodillas horqueando tu cintura,
Inevitable destello,
sin tiempo para escuchar temores
que gritan tras la puerta.

Del libro Peregrinar de gritos, de Mara Romero.

2 comentarios:

libertad dijo...

Qué preciosa manera de comunicar. Preciosos versos
Un beso

Martín dijo...

soy de Sonora, de la tierra yaqui, la tierra donde el sol hace sus pautas y descanza, bañando los cactus y los aloes, en donde los vientos al ulular y al bajar de las montañas simulan fantasmas, soy de sonora, de la tierra yaqui, en donde las indias yaquis con su caminar pausado, bañan el aire rociando el perfume de sus cuerpos sinuosos, y el hombre yaqui, reacio, de espalda tallada por escultor, deja sus huellas en la tierra de sonora, por donde camina abriendo brechas para que los caminos sigan recibiendo otras huellas y ellas mismas digan, por aqui ha pasado un yaqui.

con cariño. Martín Gómez