Foto de Ángel Muñoz

miércoles, 15 de agosto de 2012

Una nube y su impulso


Y no es que sea de quejarme, pero me está costando últimamente responder bien si me preguntan cómo ando. Total que llevo un par de días soñando un sueño y me está rellenando la alegría y, lo sé, es una locura alegrarse ahora y casi da vergüenza, pero tampoco nos hace bien este apretón de tuercas permanente, esta patada en el estómago que no somos capaces de esquivar.
Entonces veo que, a ratos, colgarme de esta nube de planear dulzuras y bollitos y arroz con leche y bocadillos de jamón de pato con manzana ácida o de salmón con queso y pesto, y ver tazas de té con el reborde de color dorado y florecitas y tartas de melocotón y de vainilla debajo de relucientes cúpulas; imaginar un sitio con aromas de especias y flores frescas en la mesas, con cajas de galletas en el escaparate y mermeladas de fresa y de futuro; imaginar ese lugar y hacerlo mío, envolverme con ese decorado y pensar que quizá desde ahí me encuentre un poco más en paz con este territorio inhóspito, ay, me está resultando pero que hermosamente tentador.

2 comentarios:

Sebastian Lineros dijo...

La tentación es tu cabeza

Meternura dijo...

Me gusta su blog.

Un saludo.