Algunas personas tenemos la suerte de encontrar en nuestro camino a gente maravillosa. A mí me pasa a menudo. Eloisa Pardo es una de ellas. Cuando presentó mi libro "Cosas extrañas que sin embargo ocurren" todo el mundo pensó que éramos íntimas cuando apenas habíamos coincidido unas cuantas veces en la vida y ni siquiera habíamos mantenido una conversación medianamente larga. Aquí os dejo su texto, lleno de guiños y de generosas miradas.
Presentación de Inma Luna.
Poemario “Cosas extrañas
que sin embargo ocurren”
“Gracias a Inma por estos momentos mágicos de
encuentro con la poesía. Poesía con mayúsculas.
Y gracias a Fernando y Lola
por hacerlos posibles y agradables.
Estamos aquí para presentar
y disfrutar el quinto poemario de Inma, un libro intimista y curativo, poesía
ilustrada con los originales dibujos surrealistas de Angelino Carracedo. Un
libro joya.
Hacer una etopeya de Inma
Luna es fácil, basta con leer sus poemas, sus relatos, escucharla.
Dice que utiliza la poesía
para comprender y comprenderse.
En una cita que encabeza
uno de sus poemas se lee: “Inspiración: respiración consistente en respirar
cotidianidad para espirar poesía” y eso lo hace ella a la perfección, recoge el
asombro de lo cotidiano, la incredulidad de la dureza y las esquinas desconchadas
de la vida y nos entrega un libro como bálsamo.
Este poemario es el
resultado de su lucha contra el dolor, lo deja patente en sus versos,
embelleciendo, “con los pujos insensatos
del que no sabe bien lo que le espera”, la fatalidad, masticando vértigos y sorteando los
resortes del miedo.
Imaginativa y observadora, dice que no le interesa lo
críptico y es felizmente irónica, si continuamos con la etopeya.
También nos regala poesía
en imágenes. Fotografías preciosistas que descubre a su paso.
Lo cierto es que Inma encuentra. Sale a la calle y encuentra, pero
no es suerte, encuentra porque ya sale de su casa con la imagen y el verso en
la retina.
Lleva en los ojos el
diafragma incorporado. “Estar allí cuando
ocurre lo nuevo/, cuando hay que estar/. Ser capaz de avistar lo que nadie
percibe/, explorar el rumor/, virar los ojos hacia lo inaprensible/, distinguir
lo latente, el potencial”. Sólo
tiene que disparar en el momento preciso en el que imagen y palabra coinciden.
Y luego nos regala el resultado. La obra.
Dice en un poema lejano que
nadie la conoce, ni su psiquiatra, ni la alcachofa de la ducha, ni su taza de
café, ni sus pestañas. En otro, nos revela que hay gente que atrae lo bueno,
que lo encuentra, que se tropieza siempre con lo hermoso, que por donde camina
nunca llueve y, si lo hace, la lluvia es siempre amable y redentora. Ella sabe
que el mundo es un estímulo constante.
Inma se refresca los
talones sacándole más vida a las calles mojadas, teme parir un pez naranja y
viene de un cuento de hombres y mujeres.
Puede que, a veces, no esté
limpia, no tenga nada para cenar o le pasen cosas extrañas.
Alguien cercano a ella,
dijo que Inma es corazón y ritmo, es taconeo, danza y paso de baile.
Yo añado que es el viento que agita la canasta, es pompa de
luz y rastreadora de lugares abandonados.
Como mínima biografía y,
para intentar conocerla, nada mejor que leer lo que Inma dice en un texto: “No sabemos nada. Casi nada. Recordar
y atesorar lo que nos hace grandes: las manos apretadas, los abrazos que
traspasan la ropa, las palabras sentidas y sus ojos, el olor novedoso de mi
nieto, mis hijos y su arrojada forma de crecer, mi madre enviándome guasap
imposibles que acaban en tequieros, el recuerdo-pellizco de mi padre, las
mujeres que recitan su vida en comuna 8, los paréntesis llenos de luciérnagas,
las lluvias redentoras, las borracheras que dan frutos femeninos y hermosos, el
baile, la pelea, las voces y los versos, tantas complicidades, las historias
que se pueblan de gente que te acompaña siempre, cada mirada, cada sueño, cada
descubrimiento, los hombres y mujeres luminosos que no dejan de cruzarse
contigo, ese amor nuestro y delicado… y esas cosas extrañas que sin embargo
ocurren”.
Ahora quiero, porque es
mucho mejor, después de este pequeño rastreo por todas las tangentes que llevan
su huella, que sea ella la que nos descubra y desgrane su poemario; de mi
cosecha sólo puedo decir que me ha encantado hacer esta pequeña introducción,
que me tiene a su disposición y que, a
cambio, sólo le pido que me deje acompañarla a partir de ahora, taconeando
juntas, en nuevos pasos de baile”.
Librería
Punto y Coma.
Imbricados
amigos y palabras,
música y libros.
2 comentarios:
Día bonito y personas más bonitas aún. Masticar y degustar poesía, manjar literario con fácil y agradable digestión. Postre dulce con dos guindas.
Mari Carmen Estévez.
Lo hice con sumo cariño y fue un placer leerte y seguirte para poder realizarlo con la justicia que merece tu forma de jugar con las palabras.
También a mi me gusta encontrarme con personas especiales y tengo que darte las gracias por ello. A tu disposición, siempre. Un abrazo.
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