Foto de Ángel Muñoz

lunes, 9 de enero de 2012

Los resortes del miedo


Me sitúo en la avanzadilla y siempre me retiro el flequillo de la cara. Abro la boca, hablo, hablo. Tengo razones, variedad de respuestas. Mastico vértigos y luego hago pompas rosas con ellos. Digo y desdigo a zancadas.
Parece que sé.
Los nudos que me hago dicen no.
A tientas, con los dedos temblando, busco, busco -con el cosquilleo de la sangre revuelta-, busco una mano
creo.
El paladar se enfría cuando llega la hora de.
Sube el cierre y no te extrañes si salgo corriendo o me recojo, son los resortes del miedo o su reflejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las últimas frases nos mueven como peces. Sin embargo, conocer el miedo es valiente y más aun llevarlo a la razón, darle un beso con la prosa. Me gustó. Un saludo... es que el miedo tiene tela ;)