Yo también me lo digo, a veces. Sí, a veces pienso que las cosas serían más fáciles, que no tendría este temblor en las rodillas que me provoca la inestable superficie, y que ella también percibe. Sé que, de alguna manera, mi hija piensa que sería más feliz así, si tuviera una vida más normal.
Ella aún se está buscando... y yo también, y no me gustaría perder esa curiosidad, esa apetencia de probar, de intentar, de descubrir, de descubrirme.
Me encantaría que entendiera que mi inquietud no es desconcierto (aunque sí a ratos), que mis viajes no son huidas, que no estoy tratando de recuperar ningún tiempo perdido, que hay algo de elección en todo esto y algo de circunstancias, que trato de no traicionarme, que vivir escuece, que intento mantener el tipo aunque se mueva el suelo y todos los techos amenacen con caérsenos encima. Quiero que entienda que la quiero más allá de cualquier distancia, que hacemos equilibrio sobre la misma cuerda, que la vida es efímera pero da para mucho, si te atreves, y, sobre todo que, afortunadamente... De cerca nadie es normal.
8 comentarios:
Ni te conozco, Inma. Pero te daría un abrazo. Enhorabuena.
Ay, Ernesto, pues un placer tu abrazo!
De cerca nadie es normal y de lejos no veo nada sin gafas, la vida para palparla, para estrujarla, para saber lo que sí o lo que no, para saber, ¿sí? Entonces, cuando sabes, dar un manotazo a la mesa, derribar los castillos de papel y empezar a escribir otra partitura con renglones torcidos y letra de pájaro, silbar otra música, matar al mensajero y caminar hasta el otro lado del espejo. ¡Eh, alto! ese del espejo eres tú, ¿eres así?, tanto ir y venir para esto. Y es que de cerca nadie es normal (yo sí).
Estupenda reflexión. Ya me gustaría a mí tan siquiera llegar a intuir esa seguridad temblorosa del día a día...
salud, Inma!
Me encanta el nombre de tu blog. No paro de soltarlo por ahí, como si fuera una de esas frases hechas de la sabiduría popular (creo que se merece pasar a tal graduación).
¿Te he dicho hoy que te adoro?
Llevo tantos siglos con el deseo de centrarme, que ya no sé si estoy justificado a la derecha o a la izquierda (no me refiero, claro, políticamente), pero tal vez no sea lo importante, como tú dices. Si la vida es esa línea recta que se olvida de sí misma y nos sorprende, tal vez lo mejor no es preguntarse cuántas veces nos salimos de ella. En fin, entré en tu blog y me gustó. Un saludo.
Hola Inma:
He realizado un pequeño trabajo para el editor Juanje (Juan Jesús Sanz) que lleva La única puerta a la izquierda. El otro día quedé con él y además de pagarme me hizo un regalo: tu poemario "Existir no es otra cosa que estar fuera". He leído el poemario entero. Me ha encantado. Me he tomado la libertad de incluir uno de tus poemas en mi espacio virtual Poesía de mujeres.
El blog: http://www.poesiademujeres.com
Quiero que tu poesía la conozca más gente.
Estamos juntas en una antología. El último libro publicado por Juan Jesús Sanz: "Las noches de Lupi".
Abrazos y enhorabuena
Ana
Ana, gracias, un placer compartir. Besos.
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