Antonio Luis Ginés 14/02/2015
La poesía como modo de enfocar toda una serie de situaciones, de plantearlas mostrando al lector esa postura del yo frente a la tensión que provoca una reacción ante una realidad adversa.
Así, Inma Luna, haciendo uso de una sencillez expresiva descarnada, marca una senda por la que va a transitar esa voz: "A oscuras / nos van inoculando el miedo..." y por la que tendrá que ir transitando el lector sin mucha dificultad, adentrándose en una atmósfera que se va volviendo densa, oscura por momentos, y que mantiene cierta tensión poética. Dominio del yo, situándose hacia atrás y luego recuperando el hilo de un presente hondamente marcado por ese pasado, viviendo el ahora --sobre todo a partir de la mitad del libro-- sin perder de vista la huella de esas vivencias.
Perfilando con claridad los límites y las fronteras, el bien y el mal, el sueño y la realidad... mostrándonos que en las pequeñas cosas y detalles pueden hallarse las grandes cuestiones: "Todo lo interesante / ocurría en otro lado. / Por eso nos prohibieron / mirar por las ventanas". La belleza, tan cerca, tan lejos, aparece por los resquicios, pero la conciencia tardía de no haber podido alcanzarla es un sentimiento de pérdida irremediable que persevera a lo largo y ancho del poemario, pero sin rencor, sacando a flote con luminosidad toda la experiencia, el recuerdo significativo como un todo necesario para madurar hacia el ahora.
Las ilustraciones de Loreto Rodera, sugerentes y cargadas de símbolos, proponen una ambientación que no coarta la propuesta de la palabra, sino que la amplía y proyecta.
La conciencia de una voz femenina --sin caer en apologías-- que reclama su propio espacio, aunque el dolor aparezca e insista en cubrirlo todo, la fuerza de la niña, de la madre, de la esposa joven, delimita claramente ese territorio por el que se nos invita a transitar y a habitarlo con ese mismo sentimiento de experiencia vital que forja, curte y revitaliza el sentido de estar vivo, cuando se reflexiona sobre él y se le da un encaje adecuado. De esa manera, el infierno que puede representar la búsqueda --inconsciente-- de la libertad y el placer cuando éstas se cortan desde el primer brote --el posterior fingimiento dentro de una sociedad, un contexto-- adquiere una dimensión dura, pero sin perder el referente del instante vivido y de lo que supone de positivo.
'Divina'. Autora: Inma Luna. Edita: Baile del sol. Tenerife, 201
No hay comentarios:
Publicar un comentario