La noche aquella en la que entré en el bar del fondo del mar miraba sin ver, desde aquel ángulo del observador extraño que se asoma detrás de la cortina, o desde arriba.
Lo patético provoca cierta melancolía pero te arropa con un aire de suficiencia, como si una fuese capaz de escapar de todo aquello.
Luis me dijo esa noche, mira bien, esto es la vida, aprende a observar sin displicencia.
No es fácil distinguir lo hermoso de lo patético.
6 comentarios:
Lo hermoso y lo patético, eh...
A veces la paradoja confunde, claro, y no es fácil distinguir...
De cerca nadie es normal, ya sabés...
;)
Holita, soy Pierina, uruguaya!
Un abrazo!!!
No, no lo es. En absoluto. La línea es demasiado delgada.
Un beso, y mis mejores deseos en estos primeros días de año.
Yo acostumbro a distinguir lo hermoso de lo patético cuando me miro al espejo. Lo hermoso es lo otro. De nada.
Feliz 2008, lunática. Voy a ponerme al día con los posts que llevo atrasados.
Besos orgiásticos.
A veces soy hermosa, a veces soy patética
maynumby, bienvenida.
libertad, besos también para ti y felicísimo año.
coco, hermoso mío..., a mí no me la das.
ella vamos con el que empieza que seguro que también nos lo cargamos, beeeesos.
vida, y quién no?
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