Foto de Ángel Muñoz

lunes, 24 de marzo de 2008

Marina


Estos días estoy soñando mucho. Despierto descansada pero con historias por dentro, raras historias que a veces se entrecruzan. Algunas de las personas que aparecen en mis sueños sé de qué van. Me están pidiendo explicaciones. Estoy dispuesta a dárselas, sólo espero el momento. Temo el momento. Incluso a mí me suenan tontas las excusas.
Hoy está el mar sonoro. Llueve. Hay un hombre pescando sentado sobre un cubo. No mira hacia ninguna parte. Ignora la lluvia. Me ignora a mí que lo observo, que lo fotografío desde la ventana. Parece que ha pescado algo. Se levanta con impulso. Recoge. Es un pez muy pequeño. Se lo devuelve al mar. El pez nada deprisa en dirección a unos cuantos surfistas que también se han atrevido con el día. Parecen una extraña colonia de animalillos negros.
Mientras busco los sitios a los que iremos juntos en Berlín termina el programa de la lavadora y cocino arroz con calamares. Mientras pienso en nosotros y en las cosas que nos quedan por hacer -en las cosas pequeñas, en las pequeñas cosas y en cómo recobran importancia- estás entrando en casa.

6 comentarios:

Fernando dijo...

Espero poder disfrutar de la lectura de tus libros. Tu hija ha mamado de su madre no hay duda.
Enhorabuena a las dos.

Brisuón Çafrén dijo...

Marina, precioso nombre para una niña.

Berlín es especial, uno de esos lugares donde uno no acaba nunca de pasear.

Sebastian Lineros dijo...

Cosas pequeñitas y dias de lluvia y tu soñando y cocinando. :))

Jesus dijo...

Nunca habeis cocinado por disfrutar nada mas?
No me refiero a disfrutar comiendo lo que cocinas, que también, me refiero a que el hecho de ocupar tus manos, tu mente en lo que haces es un puntito....
y a veces hasta un arte...

coco dijo...

Yo últimamente también sueño mucho, pero no me siento bien.

Anónimo dijo...

hace tiempo que sólo sueño despierta, no me queda tiempo para hacerlo dormida porque prefiero simplemente dormir. pero soñar en vela también tiene su encanto. y lo hago precisamente con esas pequeñas cosas que hacen de mi vida una vida feliz. me siento plena y dichosa. los detalles diminutos hacen que sonría cada día y cada noche.
gracias inmaluna por saber apreciar las pequeñeces.
te quiero
la tata