Nos sirve cualquier sitio
somos
como un faro
que respira mar
se blanquea de mar
y
de ese modo
es capaz
de
dar luz
a todas las bocas abiertas
del mundo
para que no se pierdan
en la búsqueda
de la saliva
de espuma
que han de saborear.
Tenemos
en la trama palpable de las manos
la posibilidad
de dar aviso
de todas las tormentas.
Giramos
guiñándonos los ojos
para
que a nadie
se le olvide
que
manamos
amor.
4 comentarios:
muy bonito Inma.
El problema del faro es la quietud de su altura.Un saludazo
Anda, llévame. Hace tanto que no saboreo el mar.
me voy
a amar
al mar
a amar
al mar
y a que
me ame
Los faros están ahí para recordarnos a los que estamos en tierra la brutalidad del mar. Siempre que me acerco a uno, pienso en unas embravecidas aguas y en cientos de peligros que sortear.
Muy chulo su poema.
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