Foto de Ángel Muñoz

miércoles, 1 de febrero de 2012

No sabía que sería poeta

De tus recuerdos infantiles
corre un nuevo tiempo por el jardín.
Te tumbaste en la hierba
y quisiste verme crecer.
(Kate Næss)

Tengo en mis manos el exquisito número 47 de Cuadernos del Matemático, con quienes colaboro por primera vez. 
Me viene a la memoria el tiempo en el que conocí la revista. Aquellos años de poesía despoblada e impropia, llena de recetas, recortes y estiramientos pero con el indulto de las ganas.
Leía la revista y sabía lo lejos que me quedaba todo aquello. 
Luego abría el cuaderno rojo, con espiral, imitaba con pobres resultados sobre el hule estampado, en la cocina.
Años antes, cuando iba a clase de mecanografía, en un pisito oscuro con olor a repollo, hacía que copiaba del manual pero nunca copiaba, siempre inventaba historias, disparates, escalofríos..., que luego hacía trizas sobre la papelera.
La tarea ineludible de seguir escribiendo para nadie, para entrenar los dedos, o el corazón.
Ahora leo mis poemas en los Cuadernos del Matemático, junto a poetas, a amigos, a queridos amigos, y me siento mayor. Me leo sin complacencia pero con orgullo, con alegría. 
Ya he estado en muchas partes, he conocido a mucha gente, algunas veces he encontrado la manera de decir lo que quiero, algunas veces me he sentido escuchada, algunas veces las palabras me han dado la palabra.
No sabía que sería poeta hasta hace un rato.
El rato que dura media vida.

5 comentarios:

juan yanes dijo...

Hola Inma. He colgado un cuento de tu libro, "Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero" (eso es un título!). Me parece un cuento buenísimo. Espero que no te disguste. Un saludo afectuoso. JUAN YANES
http://jyanes.blogspot.com/

Inma Luna dijo...

Cómo me va a disgustar! Gracias Juan. Un abrazo.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Poetaza. Mujeraza.

HUGO dijo...

Sencillamente muy bonito.

Cysko Muñoz dijo...

Precioso, si.