Sólo aparentemente lo que ves de mí aquí y ahora es lo que soy aquí y ahora.

Foto de Ángel Muñoz
domingo, 30 de octubre de 2011
Postal cariñosa
Asomada a la baranda, con el sol benévolo dando tregua, veo pasear a hombres y a mujeres, les veo besarse, cogerse de la mano, jugar con sus hijos en la arena, enseñarles el color del mar, el olor que traen las olas y, por un instante, todo parece tan sencillo..., como si vivir tan sólo consistiese en amarnos y enseñarnos lo hermoso que puede ser el mundo.
martes, 25 de octubre de 2011
Crepitar
La espuma crepita en la bañera
las velas crepitan sobre el aparador
la lluvia crepita en la ventana
mis pulsos crepitan
todos
justo
ahí
entre las yemas arrugadas de mis dedos
las velas crepitan sobre el aparador
la lluvia crepita en la ventana
mis pulsos crepitan
todos
justo
ahí
entre las yemas arrugadas de mis dedos
miércoles, 19 de octubre de 2011
Las formas del adiós
Él decidió por ella que se darían otra oportunidad. Ella reprimía las náuseas mientras introducía en el lavavajillas los cacharros mohosos, buscando sitio a una cazuela que era incapaz de encontrar acomodo. Escuchaba las risas de él, viendo la tele con los niños, en el salón. Tampoco había espacio para los vasos secos del colacao. Le llamó a la cocina, es imposible, le dijo, y sintió el repelús cuando él acarició su brazo, me lo habías prometido. Lo sé pero no puedo, tengo que irme ya. De todas formas, admitió él con una mueca biliar, hasta los niños están de acuerdo en que te has puesto gorda.
martes, 18 de octubre de 2011
Plataforma de un sueño
Crear, imaginar, dejar que florezca la belleza, que cuaje el sueño, la impermanencia de todo lo sublime. Bailar al son que nadie marca, como si de nada dependiese cada paso, en un trazado de caminos milagroso. Crear desde la calma, desde el vigor de la impaciencia, desde el deseo y desde el vértigo, dejar que las raíces crezcan al aire, cuelguen, se luzcan, se desvelen. Crear desde lo profundo, desde lo efímero, desde una misma, desde los otros. Imaginar sin que los miedos presionen la punta del lápiz y la tronchen, dejar brotar la tinta, emborronar la mesa de diario agradeciendo que todo sea posible.
domingo, 9 de octubre de 2011
Idea nutritiva
La cabeza da vueltas y en sus cauces se cruzan pensamientos intrascendentes, lo que está pasando y lo que no, sacar el pollo del congelador, mirar el facebook, reservar una habitación de hotel, preguntar qué tal noche ha pasado mi padre, comprar un limpiaparabrisas, asquearme de cosas que me asquean, preguntarme porqués.
En el maremagnum, un clic, una idea, insólita, impropia, una originalidad extravagante a punto de ser fagocitada, arrastrada por la corriente de lo corriente.
Pero ahora estoy en tiempo de vigilia, con las alertas excitadas, así que la capturo y la refresco, le pongo un altarcito, le doy mimos, escarbo en su interior, lamo su contenido, la agrando, la encojo, la pongo en perspectiva, me hago un bocadillo con la idea y desayuno su creatividad como si fuese mía. Después la guardo en una caja oscura para que no pierda su luz, allí las atesoro y allí me esperan como magnífico alimento.
En el maremagnum, un clic, una idea, insólita, impropia, una originalidad extravagante a punto de ser fagocitada, arrastrada por la corriente de lo corriente.
Pero ahora estoy en tiempo de vigilia, con las alertas excitadas, así que la capturo y la refresco, le pongo un altarcito, le doy mimos, escarbo en su interior, lamo su contenido, la agrando, la encojo, la pongo en perspectiva, me hago un bocadillo con la idea y desayuno su creatividad como si fuese mía. Después la guardo en una caja oscura para que no pierda su luz, allí las atesoro y allí me esperan como magnífico alimento.
lunes, 3 de octubre de 2011
Desempleada, no parada
Este es el primer lunes de mi vida como mujer desempleada.
No he madrugado. Cuando he salido a la calle ya estaba abierta la floristería
que hay frente a mi casa.
Es raramente excitante encontrarse esta vez ante una gran página
en blanco en la que ir escribiendo el devenir del resto de mis días.
Es un extraño
vértigo el de no depender, el de no estirar mi dedo corazón cada mañana para
fichar en una insidiosa maquinita y recibir a cambio el salario mensual.
Ahora toca despertar en vez de madrugar.
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