Una bola de acero, una bola de acero grande y fría, en la boca.
Moldea estalactitas en el paladar, acumula las lágrimas donde nace la lengua.
Hay demasiada corriente en esta vida y no sé qué puertas tengo que cerrar, o sí lo sé y no sé cerrarlas, o sí lo sé y no encuentro las llaves, o.
Pequeña, pequeñísima, diminuta, micrométrica.
Todos los muebles se me abalanzan, me quedo debajo, me tapo la cabeza, estoy a la espera de alguna combustión que me haga hoguera. Hoguera no es hogar.
Ahora tengo sed y no puedo beber en vasos llenos de agujeros.
Demasiados pasos por los pasillos. Tanta falta de aliento y de paisaje. Tantos espejos sin azogue.
Esta tristeza a la que no le doy permiso.
Este miedo tan grande.
2 comentarios:
Gracias INma por tus objetivos
e interesantea letras y relatos,
algo que se llega a comprender
y admirar. Un placer saludarte,
feliz semana.
Un beso
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta. blogspot.com
Un placer eerse en otras letras, pensar que te las quitan, alegrarse de que te roben.
Feliz Año Nuevo. Ojalá que sin miedos.
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