Foto de Ángel Muñoz

jueves, 13 de agosto de 2009

Ronda de desamor

Foto de Margarida Delgado



Anoche, 1:30h., justo debajo del balcón de mi dormitorio, riña de pareja, larga riña de pareja. Alrededor de tres horas de reproches, hipidos femeninos, chulerías masculinas, amenazas mutuas… A veces no hace falta inventar nada:

-¡Que me dejes en paz, que me quiero ir!

-No me jodas, no me jodas.

-Te digo que me quiero ir.

-Pero qué coño te pasa.

(Llanto, llanto, llanto) - Que esa piba es una mierda, y yo no lo soy, ¿te enteras?

-Pero, tía, que a mí me da igual esa piba.

-Sí, claro, se nota, qué te crees, que no lo sé, pues que sepas que me han enviado un mensaje contándomelo todo.

-Pero, tía.

-Y ya está, que me voy, que ya no quiero estar contigo.

-No te pases.

-Tío, que tú no eres normal, que no dices cosas normales. Que no puedes ir por ahí diciendo que si te dejo vas a matar a to el mundo.

-Es que yo no te puedo ver liada con otro tío.

-¿Pero tú te estás escuchando?

-Lo que yo digo es lo que es.

(Llanto, llanto, llanto)- ¿Pero tú te oyes? ¿Cómo que lo que tú dices es lo que es?

-Pues claro, es lo que es. Y lo que tienes que hacer es cambiar.

-¿En qué tengo que cambiar yo?

-Pues en todo, en ser como yo te diga.

-Tío, tú estás mal. Me voy.

-Como te vayas la lío.

-¿Cómo que la lías?

(Gritos) - ¡Que no te pires, tía, que la lío!


(Un par de horas de tira y afloja, vueltas y vueltas, ningún avance. Él cree que ella se lía con todos, ella cree que él se lía con todas)

-Pero entonces, ¿tú qué quieres?

-Yo quiero ser feliz…, sin ti.

-¿Qué estás diciendo? ¿Tú estás segura de lo que estás diciendo?

(Balbuceos) – Sí, tío, que quiero ser feliz sin ti.

-Vale tía, ¿entonces me piro?, ¿estás diciendo que me pire? Piénsatelo bien.

-Que sí, que te vayas, que me dejes.

-Ahora me voy, ¿no?, o sea me voy yo solo a mi casa.

-¿Quieres que te acompañe?

-¿Pero qué dices?

-Joder, tío, no dices que no te quieres ir solo.

-Joder, tía, dame por lo menos un cigarro para el camino.

-No me da la gana. Pídelo por ahí.

-Joder, tía, cómo lo voy a pedir si no tengo ni fuego. Dame un cigarro.

-¡Que no!

-Vale, tía, la has cagado, me voy.

-Pues muy bien.

(Gritos) – Y al niño lo va a criar el Chema ese. (¿¿¿¿????, aquí sí que me descolocan)

-Pues muy bien.

(Grito) -¡Golfaaaaaaaaaa!


Fin de la escena.


4 comentarios:

trovador errante dijo...

Supera la ficción, tan real y tan increible. Hay gente pa to...y mira...me ha resonado una parte, reciente y...que no escribo por respeto pero que no tendría desperdicio. Buen material literario y real como aquel que no te puedes creer. Otro día...ahora prefiero refugiarme y decirlo vía poema.

Un beso

Adolfo González dijo...

Cómo no le diste un escobazo al techo? Yo siempre lo hacía con una pareja que vivía en el piso de encima cuando yo vivía en Pontevedra, aunque no funcionaba mucho. Pero todas las semanas algún día discutían en en ese plan y luego se amigaban otra vez. Ella era escandalosa también en la reconciliación. Un abrazo.

Adolfo González dijo...

Ah, era en el piso de debajo...No me di cuenta. Bueno, lo mejor que pudiste hacer fue escribirlo.

María José de Acuña dijo...

Patético. Confiemos en que el tal Chema sea un buen padre y que la chica no siga machacando "con ajos su corazón en el mortero".