Partes una lonchita de queso, echo un poco más de vino en la copa. Me miras. Te miro. Nos reímos. De qué? Parecemos niños, me dices un poco más tarde, cuando jugamos a reconocernos. Otra vez, a reconocernos, a recordar este tacto de aquí que tenías apuntado en alguna parte, que ahora vuelve a tus dedos, avivando la memoria de la piel. Eras así..., ah, eras así, es verdad, así. Untas paté en un trozo de pan y comes turrón. Mañana tengo que ir a trabajar. Me quedaría aquí, alimentándote, para siempre.
Gracias por estar en casa.
4 comentarios:
¡ Qué dulce el sabor del reencuentro, como a polvorón y regaliz! Atraquémonos mientras podamos, para cuando llegue la época de sequía.Ya nos quitaremos los kilos cuando acaben las fiestas... o no. Disfrútalo como te mereces. ¡ Tú sí que sabes! ¡ FELIZ AÑO INMALUNÁTICA!
Te llevo aquí ( ja, ja , ja). Katia
Esto huele a nueve semanas y media....jajajaja! ¿Os paso las fresas?
Feliz Navidad a los dos !!
Matute
Hola Inma
He quedado maravillado con tu blog. Historias recias con un lirismo que las hace especiales. Dan ganas de leer más. Así que con tu permiso abriré una ventana en mi blog hacia el tuyo (gracias por tu inesperada visita). Quizá no te acuerdes, pero acompañé a Josep en una entrevista que te hicimos para la radio (Globo FM) este verano. Mola ver que tu poesía sigue fluyendo en nuevos formatos.
Un abrazo
Feliz atracón navideño a los dos. Totalmente de acuerdo que huele a nueve semanas y media!
Besos.
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