La lectura que hicimos en el DF fue, para mí, la mejor de todas. Estaba organizada por la Universidad Autónoma de México y se clebró en la Casa de la Cultura. Hubo bastante publico y además muy receptivo. Leí poemas de El círculo de Newton y de De ronda en ronda. Es curioso comprobar cómo algunos textos funcionan en determinados sitios y no tanto en otros, quién sabe por qué. El caso es que esa noche la gente se acercó para charlar conmigo e incluso compraron libros. Me hizo gracia una mujer que, a la salida me dijo:
- He estado escuchando tus poemas y es imposible que tú te llames Inmaculada, en todo caso te llamarás Maculada...
Cuánta razón, je!
Esa noche conocí a Will Rodríguez, que era el moderador y con quien luego compartimos viaje a Ciudad Obregón y a Yucatán. Will es un tipo estupendo, que acaba de presentar un librito de relatos titulado Pulpo en su tinta y otras formas de morir. A Will le apasionan la gastronomía y el erotismo y está dispuesto a morir joven habiendo estrujado al máximo cada oportunidad. Por eso no renuncia a ningún riesgo y a mí me gusta la gente que tiende a la coherencia. Will me hizo pensar y me contó el secreto para guisar la mejor cochinita pibil, dos cosas dignas de agradecer.
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