La Navidad le estaba tocando las narices. En la oficina, el espumillón doradito salteando las paredes le producía alergia. Cuando, a las tres, logró salir discretamente, los demás se quedaban brindando con cava peleón y comiendo mazapanes pringosos con un entusiasmo, en su opinión, desmedido.
Tampoco en la calle era posible escapar. Panderetas y zambombas le perseguían, sumándose a voces angelicales que entonaban cargantes melodías. Escuchar aquello de "San José es carpintero, la Virgen teje..." acrecentó su ira y le obligó a clavarse las uñas en la palma de la mano para no gritar.
Al llegar a casa, con su amargura a cuestas, le recibió el multicolor parpadeo de las luces de un gigantesco abeto que su mujer y sus hijos terminaban de decorar. A duras penas consiguió soportar la contemplación del Belén. Ese río de papel albal, con sus patitos..., aquel portalito con todos sus personajes, cada uno en su sitio, el niño, la Virgen y, y, y... San José. Tuvo que reprimir una náusea. "Feliz Navidad, papi".
Nadie respetaba su dolor, ni su propia familia. ¿No entendían que no quería ni oír hablar de la Navidad?, ¿no recordaban por lo que estaba pasando?, ¿no sentían ni la más mínima consideración por su desdicha? Trató de sobreponerse, después de todo, ellos no tenían la culpa. Alabó las maravillas de la decoración y se encerró en el despacho. Sentado frente a la mesa empezó a darle vueltas a la cabeza. Tal vez no debía tomárselo tan a pecho, sólo conseguía amargarse y la cosa ya no tenía solución... Pero no podía controlar la rabia, era incapaz de olvidar y mucho menos de perdonar...Su mujer entró en la habitación justo cuando las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas y apenas tuvo tiempo de restregarse con la manga del jersey: "Vamos hombre, no te lo tomes así -le dijo ella, acariciando dulcemente su cabeza-, seguro que el próximo año te dan a ti el papel de San José en el cole de los niños en vez de al papá de Iván. Anda, deja de llorar y sal a comerte un trocito de turrón".
4 comentarios:
jajaja...qué poca empatía hay en este mundo loco!
Te leo hacia abajo, ansiosa.
Un beso!
jajajajajajajajajjaja.
Exagerada!
Libertad, Coco, qué buena compañía para mi portal del Belén.
aaahhh reaccionarios... queridos ellos. Grandes ex-compañeros de batallas. Os limitáis, cerráis y creéis vivir libres cuando lo único que hacéis es cerraros puertas de la vida.
Sí, tu también. El que más.
Davide Pronto
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