Alí es negro. En este caso no hay duda. Lo parece y lo es. También es alto, delgado y bebe un cubalibre. Mira hacia ninguna parte y sonríe. Deja ver sus encías rojas, sangrantes como sus ojos. Está de pie al lado de Marisa, la chica del club, juntos pero alejados, sabiéndose e ignorándose. Alí mueve de vez en cuando la cabeza, parece que pensara lo jodidamente absurdo que es todo: la decoración de este bar con sus plantas de plástico y sus neones de color verde, la gente que bebe y baila y baila y bebe y ríe, la música que suena y deja de sonar, interrumpiendo la fiesta, el frío que se cuela cuando algún parroquiano abre la puerta, los petardos que retumban en los rincones del barrio, la Nochebuena…
Alí sonríe como todos los borrachos pero menea la cabeza con un abatimiento propio de la consciencia del desastre, de la clarividencia. Se apoya en la barra, lleva el vaquero bajo, como un rapero, y abre las piernas como si estuviese esperando que alguien lo cacheara.
Me acerco a él con mi sonrisa etílica y le invito a bailar. Se ríe más y sigue moviendo la cabeza, a un lado y a otro, a un lado y a otro. Me dice que no, que no. Se ríe y bebe. Mira a Marisa pero ella permanece ausente sobre su copa. Le cojo de las manos y le muevo los brazos. Se deja hacer, como un muñeco destartalado. En cuanto puede se suelta de mí. Alí es de Mali. Le pregunto si no le gusta la música y me dice que sí, pero que no ésta. Creo que en ese momento sonaba David Bisbal o Chayanne o David Bustamante o Lolita. Dice que le gusta la música de su país y yo, estúpidamente, le digo que me gusta Youssou N´Dour, que aunque es senegalés es lo más cerca de Mali que se me ocurre. Asiente con la cabeza, creo que piensa que soy una pirada. Vuelvo a la carga y le pregunto a qué se dedica.
Alí es soldado, tiene sólo 23 años, dice que le gustan las armas y la defensa y también vivir en un cuartel porque allí nunca está solo y se come bien. Se vino de Mali porque su padre era un preso político, lo encarcelaron en 1986, durante la dictadura, cuando él era un niño. Su madre murió seis años más tarde. Ninguno de los dos presidentes democráticos de Mali habían hecho nada por liberar a su padre. Vivió con una hermana de su madre hasta que cumplió los 18 años y pudo llegar a España de alguna forma que no quiso explicar. Aquí se alistó en el ejército y ahora dice que cada vez que se viste de uniforme lo hace por su padre y que si algún día el viejo consigue salir de la cárcel volverá a por él y vivirán aquí los años que le queden. Alí pide otra copa y ya no le invito más a que me acompañe con el baile.
Se vuelve hacia Marisa pero continúan sin cruzar palabra.
Sus pensamientos se han ido muy lejos.
11 comentarios:
Espero que estos relatos salgan de tu privilegiada mente creativa.
Otra cosa está fuera de lugar.
Davide Pronto
no te entiendo chico, la literatura emerge de cualquier sitio; de las mentes privilegiadas, de la observancia o de la vida misma. fuera de lugar ceo que está tu comentario
sí, seguro que al tipo de Mali le apetecía mucho responder a las preguntas etílicas de Inmaculada.
Davide Pronto
bah, son cosas de poetisas de tercera, dejad tranquila a la inma de la patria mía
mmmmmmmm?????
anda que...
se cierra la sesión.
no doy pa más con tanta clarividencia
estos relatos, sin más, y le pese a quien le pese, son literatura, y de la buena. v.
no lo dudo y no me pesa
D.P.
En fin, estos textos son lo que son y este es mi modo de contar historias. De todas formas hay taaaaanto para leer..., que cada cual escoja, vamos digo yo.
Muy bien. Y mi modo de interpretar eso, es que la autora me sugiere que no lea su obra.
Oido cocina
D.P.
vamos a ver, no entiendo nada. supongo que es muy fácil escribir lo que te pasa por la cabeza sin pensar en las consecuencias. A ver si es posible que el anonimo y d.p. sean un poco mas claritos con sus comentarios. si estamos en este foro es porque a todos nos gusta o, al menos, nos atrae lo que inma pueda escribir, asi que, a ver si nos dejamos de tanta polemica y aprendemos a disfrutar de la lectura, que por eso estamos aqui.
esto siempre, sin acritud, claro
la tata
Me cabían dudas,pero ya están resueltas. Quien no adula recibe piedras. No pasa nada, ocurre en todas las familias de bloggeros.
D.P
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